Este postre es tan fácil como parece, hasta un niño pequeño puede hacerlo, así que no tenéis excusa para intentarlo.
Yo lo hice con fresas pero podéis utilizar cualquier otra fruta que os apetezca, con melocotón o ciruelas queda buenísimo, lo ideal es con cualquier fruta de temporada, así también os saldrá un poco más barato.
INGREDIENTES:
500 g de fresas
150 g de harina de repostería
100 g de mantequilla fría
100 de azúcar
Una pizca de vainilla
150 g de nata
50 g de azúcar glass
ELABORACION:
En un molde apto para horno colocar las fresas cortadas por la mitad y con un poco de azúcar por encima.
Preparar la masa mezclando con las manos, la harina, la mantequilla en trozos, el azúcar y la vainilla, hasta que comience a hacerse migas.
Dejar reposar al frío unos 10 minutos y espolvorear esta masa sobre las fresas.
Llevar al horno a 180ºC durante unos 30 minutos.
El resultado tiene que ser una costra dorada y dura.
Montar la nata, una vez que esté casi montada agregar el azúcar glass.
Acompañar el crumble con un copete de nata montada y frambuesa.
Este postre se come templado, la combinación de las fresas jugosas y la costra de arriba con sabor a galletas de mantequilla está verdaderamente buena.
Espero que os guste.
Un beso.
Pues no solo me resulta riquísimo sino que caerá en breve
ResponderEliminarMe parece estupendo Mari Carmen, espero que te guste, ya me cuentas, vale?. Encantada de tenerte por aquí. Un saludo.
ResponderEliminartiene buenisima voy a probar hacerlo y ya os cuento
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